El libro de la espalda
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- Formación universitaria del quiropráctico
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El tratamiento quiropráctico manipulativo
La manipulación se define como un procedimiento manual que implica un impulso dirigido con la mano en distintas estructuras óseas para mover una articulación más allá de su campo de movimiento fisiológico sin exceder el límite anatómico de la articulación.

A diferencia de la movilización , en la manipulación el impulso es de mucha mayor velocidad por lo que requiere mayor habilidad y especifidad. Aunque la manipulación requiere un impulso con mucha velocidad, el impulso está realizado con mucho menor campo de movimiento o amplitud y puede venir acompañado de un sonido similar a un “pop” o un “chasquido” El término técnico de este sonido es cavitación y no está producida por el hueso sino por el colapso de una burbuja de gas que escapa del fluido intra-articular por la baja presión que se produce cuando se separan las dos superficies de la articulación por la manipulación.

Hoy en día, en lo que se refiere a la manipulación espinal, hay varios mecanismos de acción bien descritos de la manipulación, tanto mecánicos como reflejos, de los cuales podemos resumir algunos (recogido de “The Chiropractic Profession”, de Chapman-Smith):

  • La cavitación articular descrita anteriormente aumenta el campo de movimiento articular no sólo mecánicamente sino también causando inhibición o reducción del reflejo del dolor mediante el mecanismo del portal del dolor de Melzack y Walls (1, 11,15).
  • La estimulación que produce sobre los receptores articulares y musculares produce una relajación por vía de un reflejo sobre la musculatura paraespinal (2) y también sobre músculos de otras áreas de la columna, extremidades inferiores y superiores (3, 16, 17).
  • En condiciones crónicas y de dolor de larga evolución el tejido conectivo se acorta, la movilidad articular se reduce y se forman adhesiones en la articulación. La manipulación separa estas adhesiones mecánicamente recuperando la movilidad y consecuentemente estimulando los reflejos descritos anteriormente.
  • En algunos casos se pueden “atrapar” tejido fibroso y otros tejidos en las articulaciones facetarias lumbares y cervicales (4), éstas causan irritación y tracción en la articulación y espasmos musculares reflejos como ocurre por ejemplo en algunos casos de tortícolis o “pinzamientos” lumbares. La manipulación suelta mecánicamente estos apéndices fibrosos.
  • La manipulación influye sobre el tono vasomotor (5) (que regula el calibre las arterias a través de la estimulación del sistema autonómico nervioso mediante reflejos provocados por el aumento del campo de movimiento de la articulación. Por ejemplo, puede aumentar el riego sanguíneo en aquellos tejidos que se vean afectados o en otros casos disminuir la distensión venosa del plexo pre-vertebral que se puede producir en el canal medular, que contribuye a la estenosis en caso de hernia discal por ejemplo (7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14).
  • La manipulación corrige mecánicas articulares anormales aliviando la compresión y/o irritación del nervio, por ejemplo, en el caso de una ciática. (6).

Así pues, estos son algunos de los mecanismos observados mediante los cuales la manipulación puede resolver la lesión biomecánica causal. Pero hay que señalar que de la misma manera que puede provocar efectos beneficiosos para nuestra salud, también puede ser contraproducente cuando es realizada por manos no expertas y no preparadas universitariamente, de la misma manera que un tratamiento farmacológico o quirúrgico debe ser realizado por un profesional adecuado.

No todos los tipos de lesiones mecánicas son susceptibles de corrección manipulativa e incluso en algunos casos estaría contraindicada la manipulación. Esta es una de las razones por las que se debe realizar un examen completo previo, para descartar lesiones no manipulables y referirlas al profesional adecuado en ese caso. Contraindicaciones para la manipulación son por ejemplo; inestabilidad articular, tumor, infección ósea, y fractura.

(1) Melzack R, Wall PD. “Pain mechanisms: a new theory.” Science 1965: 50-971.

(2) Wyke B. “Articular neurology and manipulative therapy.” In Glasgow EF, Twomey LT, Scull ER, Kleyhans AM eds. Aspects of manipulative therapy. New York: Churchill Livingstone, 1985.

(3) Herzog W, Scheele D, Conway PH. “Electromyografic responses of back and limb muscles associated with spinal manipulative therapy.” Spine 1999; 24(2): 146-53.

(4) Giles LGF. “Lumbo-sacral and cervical zygapophyseal joint inclusions.” Manual Medicine 1986; 2:89-92.

(5) Korr IM. “Sustained sympathicotonia as a factor in disease.” In: Korr IM, Ed. The neurologic mechanisms in manipulative therapy. New York: Plenum Press, 1978.

(6) Kirkaldy-Willis WH, Cassidy JD. “Spinal manipulation in the treatment of low back pain.” Canadian Family Physician 1985; 31:535-40.

(7) Harris W, Wagnon RJ. “The effects of chiropractic adjustments on distal skin temperature.” Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1987; 10:57-60.

(8) Fujimoto T, Budgell, B et al. “Arterial tonometry in the measurement of the effects of innocuous mechanical stimulation of the neck on heart rate and blood pressure.” Journal of Autonomic Nervous System. 1999:75:109-115.

(9) Yates RG, Lamping DL, et al. “Effects of chiropractic treatment on blood pressure and anxiety: a randomised, controlled trial.” Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1998; 11:484-8.

(10) Dhami MSI, Coyle BA, et al. “Evidence for sympathetic neuron stimulation by cervicospinal manipulation.” In: Proceeding of the first annual Conference on research and Education. Sacramento, California: Pacific Consortium for Chiropractic Research, California Chiropractic Association 1986; A5 1-5.

(11) Cassidy JD, Lopes AA, et al. “the immediate effect of manipulation versus mobilisation on pain and range of motion in the cervical spine: a randomised controlled trial.” Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1992; 15:570-5.

(12) Vernon HT, Dhami MSI, et al. “Spinal manipulation and beta-endorphin: a controlled study of the effect of a spinal manipulation on plasma beta-endorphin levels in normal males.” Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1986; 9:115-23.

(13) Brennan PC, Triano JJ, et al. “Enhanced neutrophil respiratory burst as a biological marker for manipulation forces: duration of the effect and association with substance P and tumor necrosis factor.” Journal Manipulative Physiological Therapeutics 1992; 15:83-9.

(14) Briggs L, Boone WR. “Effects of a chiropractic adjustment on changes in pupillary diameter: a model for evaluating somatovisceral response. Journal Manipulative Physiological Therapeutics 1988; 11:181-9.

(15) Cassidy JD, Quon JA, et al. “The effect of manipulation on pain and range of motion in the cervical spine: a pilot study. Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1992; 15:495-500.

(16) Shambaugh P. “Changes in electrical activity in muscles resulting from chiropractic adjustment: a pilot study.” Journal of Manipulative Physiological Therapeutics 1987; 10:300-4.

(17) Dishman D, Ploutz.Synder R, Bubulian R. “Transient suppression of motoneuronal excitability following active or sham lumbosacral spinal manipulation measured by H-reflex amplitude.” Proceeding of the International Conference on Spinal Manipulation. Vancouver, British Columbia, Canada: Foundation for Chiropractic Education and Research, 1998; 193-5.

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